La belleza no juzga, distingue o prefiere. Es la quintaesencia de la atención que se cuela por las rendijas de ondas y partículas para enamorar la materia.
Dedico esta entrada a mi hermana Ivon y a Betta, dos bellas que hoy cumplen años, a mi madre que lo hace mañana y a Mar y Nunila que lo hacen de aquí a cuatro días.
Hice estas fotografías en Austria gracias a mi hermana Sandra y su marido Siegi. Su amor invita a que en el mes de diciembre, nazcan flores silvestres en su jardín.